¿Y ahora qué?

Por un momento, siento como los estudios no me están cortando las alas de mi futuro, sino las de mi amor.

Me estoy clavando estacas yo sólo, sin darme cuenta... y todo... por alguien, que ni siquiera sé si sentirá algo parecido a lo que yo... posiblemente no piense en mí ni la mitad de veces que pienso yo en ella.

No puedo salir, tengo 3 meses por delante encerrado en mi casa... es algo que superare con facilidad, obviamente, pero... quería decírselo este findesemana, quería que ella lo supiera... y no podrá. Y para cuando lo sepa, teniendo en cuenta la suerte que me acompaña en este tema, pues será demasiado tarde. Habrá cerrado su corazón, se habrá olvidado de mí, no tendrá tan vivo sus sentimientos hacia mí, o en lo peor, tendrá los sentimientos hacia otra persona.

Me espera un calvario, por dios, noches pensando en ella... no sé si seré capaz de contener las ganas de llorar, de gritar, de dar hostias, de morderme el corazón...

Y mientras, estudiar, no sé si podré, pero lo tengo claro, lucharé por ella, lucharé desde la distancia e intentaré contactar de algún modo... de algún modo tiene que saberlo... de algún modo necesito saber una respuesta... aunque sea negativa, aunque me duela... lo necesito, no puedo vivir teniendo oculta mi fugaz y ardiente llama...


Aquí comienza una mala etapa, Diego no está para tirar cohetes...

...ni lo estará.